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lunes, 8 de julio de 2013

La lectura en vacaciones

Nuestros y nuestras alumnas ya están de vacaciones,  disfrutando de la playa o de la piscina, pero sobre todo del tiempo libre.
La mayoría de los menores de nuestra comunidad andaluza se trasladan durante estos  dos meses y medio aproximadamente a casa de los abuelos, primos, tíos, etc.  que resultan ser sus cuidadores en el periodo  estival.
Sin embargo, muchos de estos familiares no están  capacitados, no saben o, simplemente no  se ven en la obligación de preocuparse en fomentar unos hábitos saludables y adecuados en la rutina de estos niños y niñas. Esto hace que, la mayoría de ellos, pase sus vacaciones de verano delante de la llamada "caja tonta", es decir, la tele.
Aunque muy pocas familias lo hacen,  si es verdad que algunas de ellas obligan a sus hijos a leer algún libro durante su tiempo libre. Estas pocas familias lo hacen, en  su mayoria, porque de pequeños lo han hecho con ellos y es como una tradición familiar que se  ha de conservar a través de las generaciones.
Lo cierto es que la lectura es muy importante en nuestras vidas,  es una herramienta básica que tenemos las personas para obtener información y conocimientos nuevos, así como para que también podamos expresarnos y comunicarnos. Esto hace que necesitemos dominar tanto la lectura como la escritura para que nos  podamos desenvolver en la sociedad  lo mejor posible.
Debemos ante todo fomentar desde el núcleo familiar el interés por la lectura, empezando por ser nosotros mismos los que seamos un ejemplo para nuestros hijos, nos vean leer libros, disfrutar con la lectura, para que les entre interés a nuestros pequeños.
En segundo lugar, existen multitud de actividades dirigidas a los niños y niñas relacionadas con la lectura, que ofrecen a  los más pequeños de la casa un tiempo de diversión durante el cual están relacionándose con sus  iguales y explorando situaciones nuevas y enriquecedoras.
En definitiva, creo que las vacaciones de verano son una  buena época para que nuestros chiquitines dediquen un tiempo a la lectura y a disfrutar con ella. Incluso se puede disfrutar de la lectura en familia, lo que no requiere ni mucho esfuerzo ni mucha dedicación.

sábado, 29 de junio de 2013

Educamos o adiestramos

Ya  han llegado las vacaciones para todos y todas, incluyendo alumnos y maestros.  Llegan dos meses para desconectar y olvidarse de todo y disfrutar un poco. Aunque es verdad que todos nosotros estamos deseando que llegue este tiempo, si es verdad que ahora que ha llegado el momento sentimos cierta nostalgia por el año academico vivido.
El colegio es una institución en la que lleva implicita la convivencia entre personas desconocidas  y de muy diversas índoles, muy distintas personalidades y  muy distintas formas de pensar y actuar. Todo ello, hace que el trabajar a diario juntos conlleve tener que estar resolviendo conflictos entre compañeros, que a veces estos traspasan la delgada línea de lo profesional para invadir el terreno personal. Con ello, me refiero que  muchas veces los problemas personales se ven reflejados en tu vida profesional y por ello, tu trabajo se ve deteriorado por esta causa.
Por otro lado, creo que se debe a la sociedad en la que nos encontramos actualmente, aunque parezca o se intente que la escuela sea un lugar para formar y educar personas que posea unos valores lejos de la rivalidad y competitividad, me pregunto ¿cómo vamos a conseguirlo si hay competitividad entre los mismos maestros y maestras?
Nos echamos las manos a la cabeza cuando por ejemplo estamos comiendo chicle en clase y le tenemos prohibido esa misma conducta a nuestros alumnos, y dice uno de ellos dentro de su justicia inocente "Seño, ¿por qué no se puede comer chicle, si usted lo está haciendo?". Actuamos diciendole que nosotros somos quien manda alli. Sin darnos cuenta, y fruto de nuestra educación estamos dándoles a entender que en la sociedad el que tiene el poder es el que tiene la razón y eso es infranqueable.



jueves, 28 de junio de 2012

CAPERUCITA ROJA EN SPC













Ser maestra, algo más que saber enseñar

Cuando nacemos todos y todas tenemos el derecho a estudiar y a prepararnos y formarnos para aprender a convivir con el resto de los miembros de la sociedad, Además también nos proporcionan una cultura y unos conocimientos para que podamos formar parte de  la sociedad de una manera civilizada y sepamos relacionarnos con los demás miembros de nuestro entorno.
Por otro lado, y si somos ciudadanos de un pais desarrollado podemos entrar a partir de los tres años en una institución como es la escuela, en la que nos proporcionan una enseñanza reglada para conseguir una serie de objetivos y contenidos ya establecidos de ante mano.
La enseñanza primaria y parte de la enseñanza secundaria es obligatoria, por lo que los niños y niñas han de estar escolarizados obligatoriamente hasta los 16 años de edad. Es entonces, cuando el individuo puede decidir si seguir estudiando o no. Al igual que es en ese mismo momento cuando,si es que decide continuar estudiando, debe elegir qué rama estudiar, todo ello depediendo de los estudios posteriores que deseen hacer.Si no paramos un poco a pensar todas esas decisiones dependen, en gran medida, de nuestra experiencia vivida como alumno/a dentro de las aulas, de los profesores que hayamos tenido, de los compañeros con los cuales jugáramos de pequeños, etc.
Pues bien, hay muchas personas que dedicen ser maestras o maestros, bien porque han visto a sus profesores dar clases y les ha gustado; bien porque algunos de sus padres tenían esa misma profesión; o, por mil razones más.
Esta decisión parece en un principio una opción que no requiere nada para que resulte fructífera y positiva para la persona. Sin embargo, cuando llegamos a ejercitar la profesión de maestros y maestras, nos damos cuenta que no se requiere sólo estar preparado académicamente, sino que requiere unas cualidades y habilidades por parte de la persona que lo ejerce que en las primeras decisiones que nos habíamos planteado ni siquiera se nos ocurrió.
Ser maestro o profesor significa tener la capacidad de empatizar con los demás, al igual que se deben poseer unas habilidades sociales que te permitan desembolverte dentro de una pequeña sociedad como es la escuela, donde al igual que en una comunidad de vecinos, lo que importa son los intereses de cada uno (independientemente de lo que se quiera aparentar).
En otro aspecto, podríamos centrarnos en el papel de los padres, con los cuales debemos contar para que la  educación de nuestros/as alumnos/as vaya coordinada hacia un mismo objetivo, pero que en la mayoría de las veces se "ha de basar" en la realidad en que nosotros/as los/as maestros/as enmascaremos la realidad de la vida diaria de sus  hijos e hijas dentro del colegio.
Planteado todo esto, es preciso preguntarse "¿Elegimos nuestro futuro teniendo claro a que nos vamos a dedicar realmente? ¿Tenemos desarrolladas todas esas habilidades necesarias para hacer frente a nuestro trabajo?

Cuento de Caperucita Roja en imágenes

Erase una vez una niña que era muy buena y obediente y le llevaba a su abuelita una cesta con comida porque su mamá se lo había pedido. En el camino, se encontró con el lobo que le dijo que el camino más corto.
Sin embargo, no era el camino más corto sino el más largo, porque el lobo lo que quería era llegar antes que Caperucita Roja a casa de su abuelita para comérsela.
Cuando Caperucita Roja llegó a casa de su abuelita vió que la puerta estaba abierta. Al entrar, Caperucita le dijo qué orejas más grandes tienes, qué ojos más grandes tienes, qué nariz más grandes tienes. - El lobo respondió "¡Para comerte mejor!"- 

miércoles, 27 de junio de 2012

Poema Federico García Lorca



PARA PODER VER EL POEMA MEJOR CLICAR DOS VECES CON EL RATÓN

Un mundo por descubrir

       Una de las características que nos diferencia a los humanos de los demás animales es nuestra capacidad de comunicarnos y de expresar nuestros sentimientos y opiniones a través del lenguaje que elaboramos a través de las palabras; que a su vez éstas estan formadas por sonidos.
       Esta habilidad que poseemos nos permite relacionarnos y socializarnos con los demás miembros de nuestra sociedad. Desde que nacemos, establecemos  un vínculo socio - afectivo nuestros padres y madres, que en un principio únicamente tiene como fin poder cubrir nuestras necesidades básicas para sobrevivir. Este primer vínculo que asegura nuestra supervivencia y lo establecemos de forma innata; aunque posteriormente y gracias a que los adultos le van dando un significado a todos los reflejos y acciones que los bebés  realizan, éstos van aprendiendo que todo lo que ellos hagan tienen o causa un efecto. Es así y mediante el paso del tiempo y la maduración de nuestro cerebro, como va aprendiendo el ser humano a introducirse en la sociedad, aprendiendo a relacionarse, interiorizando las normas de su cultura y adquiriendo las habilidades sociales necesarias para convivir.
      Sin embargo, hay algunos niños y niñas que tienen alterada la capacidad de comunicarse, de expresar sus opiniones, necesidades y deseos. No pueden o no saben relacionarse con sus iguales como nosotros entendemos que es una relación entre niños y niñas de edades similares. Al igual que tampoco saben dirigirse ni ìnteraccionar con los adultos.
      Si pensamos un poco y nos imaginamos que nos vamos a otro país, en el cual se habla otro idioma (el cual desconocemos), en el que existe otra cultura totalmente diferente a la nuestra, nos podemos hacer una escasa idea de cómo se pueden sentir los niños y niñas que son diagnósticados de autistas.
      Ni siquiera los profesionales que trabajamos con estos niños y niñas podemos presumir de conocer todos los rescoldos y secretos que existen para desarrollar las habilidades y cualidades máximas de estos y estas alumnas en nuestros centros educativos. Una de las razones de ello, es que tenemos la creencia de que cualquier alumno/a con una determinada discapacidad se le tiene que proporcionar la misma educación que a cualquier otro/a con el mismo tipo de discapacidad. Pero nos olvidamos de que siguen siendo personas que tienen su personalidad y carácter; al igual que se ven influidos por el entorno y el ambiente que les rodea.